20050409

ANÁLISIS DE VISIÓN UNIVERSITARIA DEL SÁBADO 09/04/2005.

VALORES Y ANTIVALORES.

Una brevísima reflexión sobre valores, para dar inicio al programa de hoy.

La palabra valor viene del latín valor, valere (fuerza, salud, estar sano, ser fuerte). Cuando decimos que algo tiene valor afirmamos que es bueno, digno de aprecio y estimación. En el campo de la ética y la moral, los valores son cualidades que podemos encontrar en el mundo que nos rodea. Vale decir, un paisaje (un paisaje hermoso), en una persona (una persona honesta), un sistema político (un sistema político justo), en una sociedad (una sociedad tolerante o solidaria), y así sucesivamente.

Todos los valores coinciden en su fin último es mejorar la calidad de vida del hombre, de nuestra vida y nuestros semejantes.

Aunque son complejos y multiplicidad de clases, podríamos intentar parte de una clasificación, señalando: Valores sensibles, que conducen al placer, el esparcimiento. Valores morales, con su práctica nos acercamos a la justicia, la libertad, la bondad, la tolerancia, la responsabilidad, la lealtad, la paz, entre otros. Valores intelectuales, que nos permiten apreciar la verdad, el conocimiento. Valores biológicos, consecuencialmente la salud, y los cultivamos con la práctica de la higiene y la educación física y los deportes.

De los señalados, destacamos sin duda los valores morales, con su sentido y mérito a los demás. De poco vale gozar de buena salud, ser inteligente, vivir rodeado de objetos preciados, ser muy creyente, si no se es justo, tolerante u honesto, si se es mala persona, dañina para la vida societaria, y, con quien la convivencia es muy difícil. La falta de valores morales es lamentable y triste porque hace al ser humano, menos humano.

Los valores morales son los que orientan nuestra conducta, le dan sentido a nuestra vida. Si deseamos vivir en paz y ser felices, debemos ser constructores entre todos de una escala de valores que facilite nuestro crecimiento individual y colectivo. Es natural que hagamos nuestros los valores, defenderlos e inculcarlos en donde no estén, en razón a su necesidad, a su humano propósito, y es allí donde interviene la ética y la moral.

Así como existe una escala de valores morales, también la hay de valores inmorales o antivalores. La injusticia, la intransigencia, la intolerancia, la traición, la indiferencia, la irresponsabilidad, el egoísmo, son ejemplo de antivalores,

Una persona inmoral, es quien asume una actitud negativa ante la tabla de valores, Los rechaza, es lo que llamamos una persona sin escrúpulos, calculadora, fría, insensible a lo que ocurra en su entorno. Ese camino de los antivalores degrada, deshumaniza, hace merecedor del desprecio, la desconfianza, del rechazo de nuestros semejantes, cuando no del castigo de la sociedad.

El mundo de los valores es amplio, complejo y en permanente transformación. En cada época aparecen nuevos valores o los viejos cambian de nombre o se adecuan a las nuevas realidades sociales. Todos somos libres, con plena libertad de la voluntad para escoger nuestros valores y darle un orden jerárquico. Sin embargo, hay valores que no cambian, que se conservan de generación en generación, siempre y en todas partes, valores universales. Con los valores vivimos en armonía con nosotros mismos y con los demás, una vida que valga la pena ser vivida a plenitud.