20050702

ANÁLISIS EN VISIÓN UNIVERSITARIA-SÁBADO 02/07/05.

Hablemos de moral y trato social.

Para el profesor Adolfo Sánchez Vázquez. La conducta normativa no se reduce a la moral y el derecho. Existe también otro tipo de comportamiento normativo que no se identifica con el derecho y la moral, y dentro del cual encontramos las diversas formas de saludar, de comunicarnos con las personas, de relacionarnos con los demás, de atender a un amigo o un invitado en nuestra casa, de usar vestimenta con decoro, de dirigirse una persona a otra, entre muchas.

Igualmente figuran la caballerosidad, la puntualidad, el tacto, y las diferentes maneras como se manifiesta la cortesía.

Estos actos están regidos por las reglas de convivencia que adornan el amplísimo campo de los convencionalismos sociales que estudiamos en la sociología general.

Muchos de estos actos pasan de generación en generación, como herencia ligada al ambiente donde nos formamos. Como ejemplo citaríamos, el hablar de usted a personas mayores, el tuteo entre los jóvenes, el descubrirse en lugares cerrados, las tradicionales visitas de cortesía, etc.

Es observable a su pesar, de esa tradición arraigada, que cuando nuevas fuerzas sociales pretenden un dominio de lo caduco, o tratan de imponer nuevos modelos convencionales, por razones de disconformidad con la vieja sociedad, o por odios sociales irracionales, recurren a expresar desconocimientos de reglas o normas de comportamiento, poniendo de manifiesto su protesta o descontento a lo establecido.

Debemos entender que el trato social no dispone de medidas coercitivas que obliguen su observancia. Esta en cada uno de nosotros el ceder el asiento a un anciano, el devolver cortésmente un saludo a un desconocido, pero sin que nada ni nadie nos obligue coercitivamente.

Independientemente de lo anterior, el trato social igual que el derecho y la moral, cumple en sociedad con una función reguladora para asegurar la sana convivencia social enmarcada en un orden social necesario y prudentemente requerido.

Estas reglas del trato social se identifican con las normas morales, en cuanto a la obligatoriedad de su cumplimiento por razones de atender la opinión de los demás, pero sin adquirir carácter coercitivo.

Debemos educar en escenario de los agentes moralizadores como son la familia, la escuela, el estado, la profesión y la sociedad, sobre pautas fundamentales en el trato social, profundizando en fortalecer una conducta normativa que nos permita cierta formalidad exterior para la convivencia, y hagamos nuestra la expresión del gran benito Juárez, que el respeto al derecho ajeno es la paz.

Las normas del trato social, junto al derecho y la moral, permiten en sociedad regular las relaciones de los hombres asegurando una cohesión social.

Fortalezcamos con nuestro comportamiento la convivencia social, y hagamos de la moral esa amplísima esfera que cubre y afecta a todos los hombres y a sus diferentes formas de comportamiento, logrando en nuestra interioridad una convicción que nos impulse a actuar correctamente, y humanamente.