20061230

CONFERENCIA DEL LICENCIADO IVÁN DANILO CHACÓN LABRADOR, EN LAS XIII JORNADAS DE INVESTIGACIÓN, DEL INSTITUTO UNIVERSITARIO POLITÉCNICO “SANTIAGO MARIÑO”, EXTENSIÓN SAN CRISTÓBAL.

LUGAR: “BIBLIOTECA PÚBLICA LEONARDO RUIZ PINEDA”.

LA INVESTIGACIÓN CÓMO AREA DE CONOCIMIENTO ANTE LA SOCIEDAD

La investigación Universitaria, permite un ambiente donde los estudiosos examinan a fondo la realidad con los métodos propios de cada disciplina académica, contribuyendo así al enriquecimiento del saber humano.

La investigación Universitaria debe ser orientada en forma sistemática, en donde cada disciplina se estudie, y, confluyan en un diálogo entre las diversas disciplinas con un propósito enriquecedor mutuo.

La investigación, además de ayudar a los hombres y mujeres en la búsqueda constante de la verdad, debe ofrecer un eficaz testimonio, hoy tan necesario en cuanto al valor intrínseco de la ciencia y de la investigación en beneficio social.

En una Universidad, la investigación debe abarcar necesariamente:

a) La consecución de una integración del saber.

b) El diálogo entre fe y razón.

c) Una preocupación ética.

La integración del saber como un proceso que siempre se puede perfeccionar. Además, el incremento del saber en nuestro tiempo, al que se añade la creciente especialización del conocimiento en el seno de cada disciplina académica, hace tal tarea cada vez más difícil.

De allí que compartimos con Mikel De Viana, que una Universidad, “debe ser” “Unidad viva de organismos, dedicados a la investigación de la verdad…Es preciso, por lo tanto, promover tal superior síntesis del saber, en la que solamente se saciará aquella sed de verdad que está inscrita en lo más profundo del corazón humano”

Al promover dicha integración, la Universidad debe comprometerse, más específicamente, en el diálogo entre fé y razón, de modo que se pueda ver más profundamente cómo fe y razón se encuentran en la única verdad. Aunque conservando cada disciplina académica su propia identidad y sus propios métodos, este diálogo pone en evidencia que la “investigación metódica en todos los campos del saber si se realiza de una forma auténticamente científica y conforme a las leyes morales, nunca será en realidad contraria a la fe, porque las realidades profanas y las de la fe tienen un mismo origen supremo. La vital interacción de los dos distintos niveles del conocimiento de la única verdad conduce a un amor mayor de la verdad misma y contribuye a una mejor comprensión de la vida humana y del fin de la creación.

De allí que el saber debe servir a la persona humana, la investigación se debe realizar siempre preocupándose de las implicaciones éticas y morales, inherentes tanto a los métodos como a sus descubrimientos.

Aunque presente en toda investigación, esta preocupación es particularmente urgida en el campo de la investigación científica.

El padre De Viana, profundiza, al señalar:

““Es esencial que nos convenzamos de la prioridad de lo ético sobre lo técnico, de la primacía de la persona humana sobre las cosas, de la superioridad del espíritu sobre la materia.

La investigación universitaria, solamente servirá a la causa del hombre si el saber está unido a la conciencia.

Los hombres de ciencia ayudarán realmente a la humanidad sólo si conservan el sentido de la trascendencia del hombre sobre el mundo y de Dios sobre el hombre”

En los procesos investigativos, debemos en la universidad, profundizar en el estudio del hombre, y lograr una búsqueda incesante del saber, para poder de igual manera mantener un diálogo entre fe y razón.

Lo filosófico, lo teológico, permite un basamento sólido para poder comprender el mundo de hoy, sus angustias, sus turbulencias, sus carencias, lo proceloso de su mar, para navegar con buen timonel, y nos permita adentrarnos más sobre la observancia del tejido social, la adecuación a las exigencias actuales.

Existe una intima relación entre investigación y enseñanza, de allí que debemos relievar la importancia, de las exigencias indicadas en la investigación, para que determinen constantemente como influencias en la enseñanza.

Con amplitud de criterio, con la búsqueda sistémica y metodologica, con la interdisciplinariedad, logramos una visión orgánica de la realidad social, para una investigación más humanizada.

En su trabajo de aportar luces para vencer las sombras, la universidad, está inmersa en la sociedad humana.

La investigación universitaria, debe lograr una permanente inclusión de los problemas contemporáneos, como la dignidad de la persona humana, la calidad de vida personal y familiar, el equilibrio ecológico, la promoción de la justicia social, la búsqueda de la paz y de la estabilidad política, una justa distribución de la riqueza, un nuevo ordenamiento económico y político que contribuya para un mejor servicio a la comunidad humana a nivel nacional e internacional.

La investigación universitaria debe orientarse a un estudio en profundidad, sobre las raíces y las causas de los graves problemas de nuestro tiempo, sus dimensiones humanas, éticas, logrando un trato más apegado a la sensibilidad social, para salvaguardar el bien auténtico de la sociedad. Profundizar en la investigación.

Bien lo dice la doctrina social de la iglesia, en su llamado urgente a promover, “el desarrollo de los pueblos, que luchen por liberarse del yugo del hambre, de la miseria, de las enfermedades endémicas y de la ignorancia; de aquellos que buscan una participación más amplia en los frutos de la civilización y una valoración más activa de sus cualidades humanas; que se mueven con decisión hacia la meta de su plena realización”.

La investigación universitaria, debe inspirarse en lo humano para lograr una eficiente búsqueda investigativa de la problemática social, económica, política, sanitaria, educacional, cultural,….,con las ciencias, la razón y la fe de carboneros, en función de un logro comunitario de darle sentido a la vida, y, un eterno mejorar, para avanzar hacia estadios de superación social.

Con la investigación con un sentido social, logra nuestra universidad, un estudiante formado en las diversas disciplinas, de una manera competente en el campo específico, al cual se dedicarán en servicio a la sociedad. Sus conocimientos científicos y técnicos, en beneficio del progreso de las personas, y de la sociedad, para la justa solución de los problemas de la vida.

Hagamos nuestras las palabras de Juan Pablo II, “Esta en juego el significado de la investigación científica y de la tecnológica, de la convivencia social, de la cultura, pero, más profundamente todavía, está en juego el significado mismo del hombre”.

Concluyo, con un agradecimiento a los organizadores de estas Jornadas de Investigación, en especial al Ing. Tomás Edgardo Devia, Coordinador General de Extensión, y a la Ing. Mariaelena Varela Jefe del Departamento de Investigación, del Instituto Universitario Politécnico “Santiago Mariño”, que me han concedido esta valiosa oportunidad, para hablar sobre Investigación y Sociedad, con la esperanza de contribuir como docente universitario, a enriquecer la reflexión sobre tan importante, actual y pertinente tema universitario.