20061217

TRAS LA HUELLA VIRTUOSA DE UNA ÉTICA HUMANA EN TIEMPOS DE CRISIS DE VALORES.

Iniciamos este ligero resumen, del futuro trabajo de grado, en la Maestría en Filosofía, en la mención, “Pensamiento Cristiano Medieval”, imbuidos en reflexiones, desde la bucólica y recoleta colina de Toico, para acunar utopías, en un propósito de contextualizar la documentación a investigar, con la realidad circundante venezolana, en tiempos de cambios profundos, en los diferentes ordenes de la vida nacional, y, en un mundo globalizado, que en muchas oportunidades, en el decir de la Profesora Adela Cortina:” en nuestra época, los cambios tecnológicos y sociales son tan rápidos, se producen tantos acontecimientos importantes en el mundo cada día, la historia parece que se acelera y se detiene al mismo tiempo”, y agregamos, que todo esto y mucho más hace que el modo tradicional de trasmitir, aprender, modificar y crear valores sea hoy casi imposible, sin haber inventado todavía maneras nuevas. No hay duda de que “la utopía ha perdido su inocencia”, y con ella, la “ética y la moral” se ven afectadas. Ya no aceptamos la tradición que viene desde lo más cercano a nosotros: la educación recibida en nuestro regazo familiar, en el que hemos crecido. De allí el propósito de vincular la investigación documental con la ética, al estudiar las diferentes virtudes morales, a la luz, que, en el decir del Profesor, José Luís Aranguren, “La historia de las virtudes coincide con la historia de la ética…”… “El libro de moral más importante de la antigüedad, la Ética nicomaquea, y el libro de moral más importante de la Edad Media, la segunda parte de la Summa Theologica, constituyen sistemas de virtudes. Textos, comprendidos en la bibliografía de consulta, en la investigación documental.

Siguiendo con el Profesor Aranguren, las dos morales más importantes de otros tiempos, la de Aristóteles y la de Santo Tomás, consistían en teoría de las virtudes. De allí, que encontremos la definición más acreditada de la virtud, es la dada por Aristóteles en la Ética nicomaquea: “héxis, procedente de libre elección(o habitus electivus, como dice Santo Tomás), consistente en un “término medio” en relación con nosotros, regulada por el logos, como la regularía el hombre prudente”. Vale decir, Elección que se hace con arreglo a una norma, rectitud (orthótes) de la inteligencia (Aristóteles dice logos, pero ya sabemos que el logos no es sino un uso de la inteligencia) y concretada prudencialmente.

Trataremos de destacar en el trabajo, el enfoque Escolástico, de las virtudes cardinales. Para Santo Tomás, al ahondar en el principio de su clasificación, ve en ellas las virtudes-tipo que realizan perfectamente los cuatro modos generales de virtud: La prudencia, como determinación racional del bien; La justicia, institución o establecimiento del bien; la Fortaleza , firmeza para adherir a él, y, la Templanza, o, moderación para no dejarse arrastrar a su contrario, el mal.

Trataremos de acercarnos, a nuestras gentes, cansadas de arquetipos vacíos, de esperanzas marchitas por ciertos ideales que resultaron mendaces, de ideologías que solo buscan los intereses de grupo o fáciles oportunismos, de eternos diálogos que siempre naufragan en lo mismo; en fín, la fatiga del espíritu parece haber cortado el aliento para los grandes ideales, para las utopías del espíritu, para volver reencontrar el nuevo mundo.